Principales consecuencias del exceso de ruido en el trabajo
El exceso de ruido en el trabajo puede afectarnos de manera mucho más grave de lo que pensamos. Existen trabajos en los que los empleados están sometidos a ruidos con un volumen mucho más elevado de lo recomendable, y sin duda en estos casos es recomendable tomar precauciones para cuidar nuestra salud y poder protegernos. A continuación indagamos en cuáles son las principales consecuencias del exceso de ruido en el trabajo, según los expertos.
Consecuencias del ruido excesivo en el ambiente laboral
La exposición a un ruido excesivo en el ambiente laboral de forma continua puede suponer un gran problema de salud para los empleados, ya que puede incidir de manera negativa en su audición provocándoles pérdidas auditivas, la que, según los expertos, es la enfermedad profesional más común en toda Europa, así como también otros problemas graves que pueden llegar a cronificarse si no buscamos una solución eficiente para prevenir esta exposición prolongada y constante a los ruidos más fuertes.
El ruido puede calificarse como todos aquellos sonidos inarticulados que por norma general nos resultan molestos y desagradables, y que pueden llegar a provocarnos pérdidas auditivas e interferir de manera directa en la realización de diferentes actividades. El sonido o el ruido se mide en decibelios, y según los expertos, el límite para prevenir hipoacusias o pérdidas de audición para una exposición de 8 horas diarias, lo que dura una jornada laboral media, es de 80 dB, aunque incluso es posible que existan problemas de pérdida auditiva por debajo de estos números, con lo que, teniendo en cuenta que en los trabajos con ambientes ruidosos se supera en gran medida estas cifras, sin duda queda caro que el ruido en el ambiente laboral tiene como principal consecuencia la pérdida de audición, en muchos casos, totalmente irreversible si no se toman a tiempo las medidas adecuadas para prevenir este tipo de desgaste antes de que se vuelva crónico y nos provoque una hipoacusia o pérdida de audición crónica.
Si bien en la actualidad la legislación obliga a revisar los niveles de ruido alto en el trabajo, lo cierto es que es necesario identificar primero estos riesgos para poder evaluarlos, medirlos y corregirlos aplicando medidas de control a nivel organizativo y a nivel de medidas técnicas (en el primer caso, limitando el tiempo de exposición al ruido y en el segundo, escogiendo equipos con menor impacto acústico, por ejemplo, aunque existen otras muchas alternativas que pueden implementarse para prevenir los problemas derivados de una exposición excesiva a los ruidos en las empresas).
De esta forma, como nos han explicado los expertos en audición de Audicostaudifonos, en la actualidad el ruido es considerado como un agente altamente contaminante con consecuencias perjudiciales para el entorno, pero sobre todo para las personas. Así, el ruido puede calificarse como un problema medioambiental, pero también como un problema social. Exponerse al ruido de forma prolongada aumentará en gran medida la presión sanguínea de cualquier persona, así como también su nivel y percepción del cansancio, entre otros problemas en los que profundizaremos a continuación. En primer lugar, muy relacionado con la audición, una de las principales consecuencias del exceso de ruido en el trabajo es que éste contribuye a disminuir de manera notable la capacidad auditiva temporal de cualquier persona que se exponga a él.
De esta manera, un oído expuesto a una intensidad de sonido constante y fuerte se fatigará en gran medida, y podrá llegar a tardar entre doce horas y dieciséis horas en recuperarse por completo. Del mismo modo, si tras este período de tiempo sin estar expuestos a fuertes ruidos (por ejemplo, si nos vamos de vacaciones), todavía notamos que nuestros oídos no nos permiten escuchar bien y que estos sonidos han cambiado o disminuido nuestra capacidad de escucha, estos daños pueden considerarse permanentes, según los expertos.
Asimismo, si el exceso de ruido en el trabajo nos está provocando una pérdida de audición permanente, otra de las consecuencias de este problema, empezaremos a tener dificultades para escuchar los ruidos más altos como primer síntoma. Del mismo modo, si el ruido persiste diariamente en nuestra jornada laboral, esto afectará también a los tonos más bajos, los que también dejaremos de escuchar con facilidad. Estas consecuencias pueden generarse también con exposiciones breves, pero con impulsos muy fuertes, como por ejemplo los que puede causar una pistola de clavos, con lo que resulta fundamental tener en cuenta todos estos puntos para poder proteger al máximo nuestra salud auditiva.
Además de provocarnos pérdidas auditivas, este tipo de exceso de ruido por impulso en el trabajo también puede tener como consecuencia una perforación en la membrana de nuestro tímpano y/o provocarnos tinnitus o problemas de acúfenos, una molesta afección que nos hará escuchar ruidos y vibraciones incluso aunque no exista ninguna fuente de sonido externa al oído que esté emitiendo este ruido. Como introducíamos en el punto anterior, otra de las principales consecuencias del exceso de ruido en el trabajo son los acúfenos, que pueden venir provocados por una exposición excesiva a estos ruidos.
Los acúfenos son el primer síntoma de que nuestro oído se está viendo perjudicado por el exceso de ruido en el trabajo, y son la señal de alarma que debe llevarnos a una revisión auditiva lo antes posible, así como a solicitar medidas de protección para prevenir estos problemas en nuestro puesto de trabajo. Por si todo esto fuera poco, el exceso de ruido en el trabajo también puede llegar a provocar un aumento en el riesgo de sufrir cualquier tipo de accidentes. Los accidentes laborales pueden producirse como consecuencia del exceso de ruido en el trabajo, ya que este ruido puede distraer a los empleados, que tendrán muchas más probabilidades y mucho más riesgo de cometer cualquier tipo de fallo o de error.
Del mismo modo, el exceso de ruido en el trabajo también puede llegar a ocultar los sonidos de señales y de advertencias que nos avisen de otros riegos en el trabajo, así como nos puede impedir que escuchemos bien las instrucciones de los compañeros o de los superiores a la hora de realizar nuestro trabajo, incurriendo de esta manera en muchos más errores y accidentes.
Por otro lado, entre las principales consecuencias del exceso de ruido en el trabajo, encontramos también que éste puede provocar la alternación de la comunicación oral. Como no escucharemos bien tendremos que aumentar en gran medida el tono de voz, o incluso tendremos que gritar, porque el ruido ambiental será más elevado de lo normal, lo cuál también será perjudicial tanto para la salud de la persona que debe elevar el volumen de su voz como para la salud auditiva de las personas que estén continuamente comunicándose a gritos en ambientes sonoros realmente elevados. Asimismo, además de los problemas para la audición que hemos explicado anteriormente, entre las consecuencias del exceso de ruido en el trabajo encontramos también el estrés que puede provocar a los trabajadores el estar sometidos de forma constante a esa presión auditiva. De hecho, muchos trabajadores no podrán concentrarse bien, e incluso tendrán que elevar la voz para que otras personas puedan escucharles.
Del mismo modo, el entorno físico también puede convertirse en una gran fuente de estrés para los trabajadores si estas condiciones, como es el caso, no son las más adecuadas. Por otro lado, esto puede provocar reacciones fisiológicas en los empleados, como el aumento de la tensión, lo cuál puede ser perjudicial para su salud a todos los niveles. Finalmente, cabe reseñar que el estar expuestos de forma prolongada y constante a un ruido excesivo en el trabajo puede provocar entre los trabajadores múltiples trastornos del sueño que repercutirán en gran medida en su organismo, y que pueden provocarles todo tipo de alteraciones crónicas y de alternaciones a nivel cardiovascular.