7 consejos de seguridad para el baño del bebé
El baño es una de las zonas más peligrosas para los bebés. Los expertos recomiendan tener en cuenta una serie de recomendaciones y consejos profesionales para minimizar los riesgos a la hora de bañar y asear al bebé. A continuación te presentamos una completa recopilación de consejos de seguridad para el baño del bebé que tendrás que tener en cuenta si quieres proteger al pequeño de la casa. Sigue leyendo para conocer los mejores consejos de seguridad para el baño del bebé.
Cómo bañar a un bebé paso a paso
Lo primero que debes hacer para bañar al bebé es preparar el agua con mucho cuidado, a una temperatura de entre 34 y 39 grados. Del mismo modo, la temperatura ambiente debe ser de entre 22 y 25 grados.
Para bañar al bebé con cuidado, lo primero que debes hacer es sumergirlo en el agua. Cuando ya se encuentre en el agua tendrás que lavarle la cabeza, la espalda y después el resto del cuerpo.
A la hora de sumergir al bebé en la bañera hay que hacerlo siempre con delicadeza, apoyando su cabeza en el hueco del brazo flexionado, y sosteniendo la parte exterior del hombre con la mano. Después tendremos que pasar el otro brazo bajo sus nalgas y que sujetarlo por el muslo.
Para lavar su cabeza lo mejor es mantenerlo en posición horizontal y apoyar su cabeza en el hueco de nuestros brazos. Enjabonamos la cabeza con delicadeza y después procedemos a lavar su espalda y el resto de su cuerpo usando una esponja natural.
Es fundamental no realizar movimientos bruscos para que el peque no se asuste. A la hora de lavarle la espalda, lo mejor es coger al niño por la parte exterior del hombro y pasar el brazo por delante de su pecho. Después del baño secaremos al peque y lo sacaremos de la bañera con cuidado. A continuación lo tendemos en el cambiador y lo envolvemos con una toalla, que también usaremos pasa secar la parte interior de los pliegues de su piel.
Hamaca o asiento de bañera para bebés: ¿qué es mejor?
Los asientos y las hamacas de bañera para bebés son accesorios pensados para que el baño del bebé sea más sencillo. Los asientos mantienen a los bebés sentados mientras que las hamacas los mantienen recostados. Si bien las dos alternativas permiten hacer del baño una experiencia segura y cómoda para los bebés, lo cierto es que las hamacas son una mejor alternativa si queremos conseguir que los peques de la casa se relajen.
El asiento de bañera para bebés permite a los peques de la casa estar cómodos durante la ducha, y a los papás poder lavarlos de forma segura con mucha más facilidad y comodidad. Además, si hablamos de los modelos de tipo trona, cabe reseñar que son la alternativa perfecta para los bebés que ya pueden sentarse, ya que además suelen incluir otras actividades y detalles de colores para lograr estimular los sentidos de los bebés y que puedan divertirse mientras se bañan. Este tipo de asientos para el baño del bebé sujetarán al pequeño y evitarán los deslizamientos. Pueden usarse tanto dentro de la ducha como dentro de la bañera, sin ningún tipo de contratiempo.
Por otro lado, las hamacas de bañera para bebés son modelos sencillos, perfectos para los recién nacidos. Son similares a las clásicas hamacas, pero en este caso están pensadas para el baño y permiten colocar al bebé recostado y algo inclinado para poder tener las manos libres durante el baño sin tener que sostener al peque.
Además las almohadas suelen incluir una almohadilla para que el bebé no se de golpes en la cabeza con el interior de la bañera, y permiten al pequeño estar muy relajado y cómodo durante el momento del baño.
Cuándo se puede hacer el primer baño de un bebé recién nacido
A la hora de realizar el primer baño del bebé recién nacido debemos tener en cuenta las dos teorías de los expertos. Algunos explican que es mejor no bañar al bebé de manera completa hasta que no le cicatrice el ombligo tras la caída del cordón umbilical, es decir, unos diez días después de su nacimiento.
Del mismo modo, otros expertos sugieren que no es necesaria esta espera, y que es posible bañar a los bebés tras tres o cuatro días de su nacimiento, siempre teniendo en cuenta que tendremos que secar bien esta zona.
La última opción es la que más suelen tener en cuenta los profesionales, porque el baño ayuda al bebé a relajarse y a sentirse mejor. Ahora bien, si preferimos esperar, será fundamental asear el bebé con una esponja húmeda, siempre protegiendo la zona del cordón umbilical para no mojarla y que cicatrice bien.
Temperatura del agua para bañar a un bebé
Finalmente, a la hora de bañar a un bebé, debemos tener en cuenta que es fundamental tener cuidado con la temperatura del agua para evitar problemas. Para ello, lo mejor es usar agua tibia. Para prevenir quemaduras, es importante ajustar el termostato del calentador de agua a una temperatura inferior a los cuarenta grados. Además, es clave controlar siempre la temperatura del agua con la mano antes de bañar al bebé. Por norma general, el agua a la hora de bañar al bebé debería estar entre los 34 y los 39 grados, según los expertos.
En este punto, además de controlar la temperatura del agua, también es fundamental que nos aseguremos de que la habitación está manteniendo una temperatura cálida de entre 22 y 25 grados, ya que en caso contrario, el bebé mojado puede llegar a coger frío, con lo que resulta fundamental tener en cuenta este aspecto para poder bañarle de manera segura y que el momento del aseo se convierta en una rutina agradable para toda la familia.